leer y escribir, del disgusto al gusto.



En mi principio educativo, muchas acciones me hicieron tener poco gusto para con la lectura, pues como ya comente me ha costado mucho trabajo. Continuando en mi proceso educativo y queriendo dar una idea de qué más ocurrió, entraremos en detalle en la mejoría que se tuvo gracias a la educación posterior que me permitió tener la educación que tengo en este momento y que me permitirá expandirla mucho más.


Después de ingresar a la primaria, a medida de que avanzamos en los grados y que fui donde aprendí a leer, logre un gusto grande por la lectura, después de tener repudio por esta actividad. Mis profesoras, porque todas eran mujeres menos el de deportes y el de danzas, crearon en mí, una persona amante de la lectura, que cada vez que llegaba a su casa buscaba un libro para leer y que en sus trabajo de escritura se lucia respecto a los demás compañeros. Recuerdo que a mis 7 años de edad, mi madre me regalo de cumpleaños un libro, el cual al respaldo de la portada tenía una frase muy emotiva, la cual me motivo a leer y a tener un Amor muy grande por este, contaba con diversos cuentos que tenían muchas fabulas e historias que me ayudaron a tener muchos más conocimientos y vocabulario.



Gracias a estas bases que me brindaron mis profesores y mi mama, en el desarrollo de mi bachiller tuve un buen desempeño que me permitió entender mucho más las clases de humanidades y así cumplir con mis retos académicos.

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